Etiqueta: Educación

  • Habitar la profesión desde la pedagogía

    Si el pensamiento crítico nos ayuda a tomar postura sobre cómo queremos llevar nuestras prácticas profesionales, la pedagogía nos ayuda a compartirnos congruentemente con el pensamiento crítico que nos sostiene. Es decir, no basta con tener una ética transformadora si no somos capaces de compartirla. Desde esta mirada, la pedagogía se vuelve una herramienta vital, pues traduce nuestro pensar a maneras de relacionarnos.

    En el caso de la arquitectura, como tal vez en cualquier otra profesión, se perpetúan lógicas capitalistas y de opresión. Felipe Guerra (2024) señala que «la arquitectura ha quedado indisolublemente ligada al capitalismo y colonialismo» (p. 49), y que “no hay arquitecturas más allá del capitalismo, ni modos alternativos de ser arquitecto, sino alternativas a la arquitectura y al arquitecto” (p. 106).

    Incluso la educación, que parecería el espacio más fértil para la emancipación, puede reproducir las mismas lógicas opresoras. Paulo Freire (2005) advertía que cuando la educación se convierte en un acto de transmisión unilateral, refuerza estructuras de dominación. Desde una crítica más amplia a las profesiones, Iván Illich (1973) denuncia que las profesiones institucionalizan y monopolizan procesos humanos separándolos de la experiencia cotidiana de las personas. Illich propone una des-profesionalización de la vida, un retorno al sentido común y a las capacidades compartidas.

    Carlos Esteva (2022) propone recuperar el poder de los verbos sobre los sustantivos: “sustantivos como ‘educación’, ‘salud’ o ‘vivienda’, llamadas ‘necesidades’ que dependen de entidades públicas o privadas, deben ser reemplazadas por verbos como ‘aprender’, ‘curar’ o ‘habitar’” una forma de reivindicar la agencia personal y colectiva y posibilitar vías autónomas de transformación social».

    Sara Ahmed (2004) desarrolla que “estar en contra de algo es también estar a favor de algo, pero algo que todavía tiene que articularse o que todavía no es” (p. 265). Esta visión abre una posibilidad: la de incomodarnos, cuestionar lo establecido y, al mismo tiempo, proyectar un futuro distinto. Para Ahmed, la indignación es forma de conocimiento que nos conecta con el futuro que deseamos, “la indignación es visionaria” (p. 265).

    En ese sentido, la pedagogía como forma de relación ética, afectiva y crítica, nos permite sostener esa incomodidad y convertirla en acción transformadora. Una pedagogía crítica nos permite actuar en nuestras profesiones como si fueran aulas que podemos intervenir al acompañar, mediar, co-diseñar y facilitar procesos que devuelvan la palabra, el poder y la agencia a otros.

    Imagen. Tuppers obsequiados a la comunidad de aprendizaje Tupper Tocs.

    En mi caso, he comenzado a incorporar esta mirada pedagógica en mi práctica profesional como arquitecta. He podido abrir espacios pedagógicos dentro del despacho donde trabajo al iniciar una comunidad de aprendizaje donde dialogamos sobre temas polémicos e interesantes del quehacer arquitectónico. También empecé a dar una clase en Centro a próximos licenciados en arquitectura donde cuestionamos el papel del arquitecto y  de la arquitectura.

    Por último, he procurado diseñar desde la escucha y la reciprocidad. Sin embargo, este camino no está exento de tensiones, no he encontrado congruencia y espacios de ruptura en toda mi práctica profesional y es que a veces tengo que soportar la incongruencia porque necesito ganar mi sueldo. Hablar de dinero puede sonar capitalista, pero la realidad es que la vida todavía cuesta. Sostener una ética pedagógica dentro del ejercicio profesional requiere preguntarse también cómo vivir dignamente desde esa postura, sin romantizar la precariedad ni idealizar la renuncia.

    Mi proyecto de titulación parte de esta ambivalencia. Por un lado, comparto la crítica de Felipe Guerra acerca de que la arquitectura es la herramienta colonial espacial del sistema capital, pero por otro, no creo que abandonar la arquitectura sea la salida viable. Me interesa explorar cómo, desde adentro, podemos tensionar y reconfigurar nuestras prácticas.

    Por ejemplo, Javier Sánchez durante años ha desarrollado proyectos inmobiliarios intentando convencer a la industria que apostarle a la ecología y la calidad de vida es una buena inversión. Felipe Guerra lo ubicaría del lado del problema, porque aunque intente hacerlo distinto, sigue operando a favor del sistema. Yo, en cambio, creo que Javier está arriesgándose al empujar un camino que lleva a la arquitectura a poner al centro otros valores, valores que en un futuro podrían propiciar el fin de la arquitectura misma. Como Javier, yo también quiero habitar ese terreno extraño de estar en contra desde adentro.

    En mi caso, esas preguntas han tomado forma en la propuesta de un taller de ruptura epistemológica para arquitectos, donde más que revisar teoría, quisiera provocar la reflexión sobre nuestras formas de habitar, reconociendo lo cotidiano como campo de aprendizaje. Porque abrir preguntas sobre nuestra cotidianidad profesional puede ser una forma de transformación.

    Imagen. Extracto de cómic por Raúl Velázquez realizado en clase proyectos VI de Centro.

    No creo que todos los arquitectos deban tener la filosofía de Javier, ni la de Felipe, pero sí creo que todas las profesiones, incluida la arquitectura, necesitan nombrar su postura ético-política y sostenerla. Esa reflexión guía mi proyecto de titulación: ¿cómo acompañar a otras personas a reimaginar sus prácticas profesionales desde una mirada pedagógica?

    Esta posibilidad no es solo una intuición personal, ha sido explorada por autoras que expanden el horizonte de lo pedagógico más allá del aula. Bell Hooks (1994) plantea que la educación como práctica de libertad puede permear todos los espacios de la vida social. Elizabeth Ellsworth (1997) sugiere que la pedagogía crítica puede usarse para transformar instituciones más allá del contexto escolar. Y Raewyn Connell defiende que este enfoque puede reformar profesiones desde una mirada de justicia social.

    Integrar la pedagogía en las profesiones no significa cambiar de carrera, sino preguntarnos cómo, desde lo que ya hacemos, podemos reconfigurar nuestras prácticas de forma ética. Implica abrir espacio a nuevas formas de relación que redistribuyan el poder y reconozcan saberes diversos. Tal vez ahí resida su fuerza, en la posibilidad de imaginar profesiones que no solo se desmantelan desde afuera, sino que se destruyen y reconstruyen desde adentro, a través de vínculos horizontales, afectivos y emancipadores.

    Así, la pedagogía se vuelve una expresión ética que da sentido y dirección a nuestras maneras de habitar.

    Imagen. Extracto de cómic por Fernanda Delgadillo Soto realizado en clase proyectos VI de Centro.

     

    Escrito por Natalia Zenteno Ortega, estudiante de la Maestría en Innovación Educativa para la Sostenibilidad.

    Las opiniones expresadas en este artículo son de  exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del  Medio Ambiente.

     

    Referencias

    Ahmed, S. (2004). La política de las emociones. Ed. Traficantes de Sueños.

    Connell, R. (2009). Just education. In The Routledge International Handbook of the Sociology of Education.

    Ellsworth, E. (1997). Teaching positions: Difference, pedagogy, and the power of address. Teachers College Press.

    Esteva, C. (2022). [Video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=o2SW4hcKM9U

    Freire, P. (2005). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI Editores.

    Guerra, F. (2024). Coreografías del habitar. OnA Ediciones.

    Hooks, B. (1994). Teaching to transgress: Education as the practice of freedom. Routledge.

    Illich, I. (1973). La sociedad desescolarizada. Barral Editores.

  • Camino de la memoria del taller de prácticas educativas y creación de situaciones de aprendizaje

    Camino de la memoria del taller de prácticas educativas y creación de situaciones de aprendizaje

     En nuestro tercer semestre de la maestría de Innovación Educativa para la Sostenibilidad, nos encontramos con el taller de prácticas educativas y creación de situaciones de aprendizaje y nos encontramos continuamente con el Artilugio.

    Llegamos a este taller sin una definición clara, pero queriendo una definición clara, nos preguntamos ¿Qué es el artilugio? y tuvimos que liberarnos de la opresión de definir todo con rigidez, y querer saberlo palabra por palabra, se nos invitó a vivirlo y a descubrirlo por nosotres mismes.

    Y así fue como entregamos nuestros cuerpos, abrimos el corazón e intencionamos juntes cada sesión. Este fue un espacio pedagógico, de colores, de bordado, de mandalas y de creatividad, donde nos sentimos segures, un espacio de cuidado y de ternura que nos permitió explorar y empezar

    Foto: Lilian Galante
    Foto: Lilian Galante

    ¿Pero de dónde partimos? Primero lo primero y partimos de observar una realidad, nuestra realidad, un contexto, una experiencia situada, de conocer eso que me y nos pasa y conocimos la rueda de la realidad, donde pudimos visualizar eso que nos acontece en lo cotidiano, que nos acontece más allá y que nos atraviesa a través de los sistemas en los que vivimos.

    Y así, juntes, empezamos a construir ideas, el artilugio como respuesta creativa a esas situaciones que nos pasan, siempre en novedad, que rompa con la regularidad de lo cotidiano, no solo en hacer, sino hacerse en sujeto/sujeta, y que siempre va en contra del olvido del otre.

    En nuestra búsqueda de respuestas, exploramos, bailamos, actuamos, tejimos redes, hicimos podcast, teatro guiñol, lloramos, reímos, nos abrazamos y todo bajo una comunidad de aprendizaje viva, una comunidad de cuidado que siempre estuvo al pendiente de la otredad, poniendo siempre el corazón al centro.

     

    Foto: Lilian Galante
    Foto: Lilian Galante

    Sé nos invitó a soñar, a crear nuestro propio sueño guajiro, a volar alto, a ver más allá, a decolonizar la imaginación para poder crear nuestros propios sueños, porque es de ahí donde se mantiene la esperanza, dónde surgen nuevos mundos posibles.

    Descubrimos que para que el artilugio suceda, tiene que existir una provocación ¿Qué queremos que suceda? haciendo que el acto pedagógico sea político y lo político sea pedagógico, Nos llenamos de preguntas ¿Para qué agrietamos? ¿Qué queremos romper? las preguntas seguían y seguían, y nosotres lo seguíamos intentando.

    Artilugiamos con la mirada despierta y con el corazón atento, en los proyectos socioambientales trabajamos en colectivo porque nada se construye solo si se piensa desde lo individual. aprendimos a enojarnos, luego abrazarnos y a soñar juntes con digna rabia.

    Aprendimos a hacer, aprendimos a ser, aprendimos a convivir para transformar, transformar lo que hacemos, transformar lo que somos, transformar como nos relacionamos y transformar el mundo que habitamos.

    Foto: Lilian Galante
    Foto: Lilian Galante

    Llegamos al final pero ¿Qué sigue? ¿Cómo nos sostenemos? ¿Cómo mantenemos está comunidad? Nos tomamos un espacio para respirar y ofrecer algo nuestro a la mesa del don, ¿Qué aportó yo a la comunidad? y ¿Qué dejó en herencia para los que vienen detrás? y juntes construímos un nuevo significado de lo que es artilugiar.

     

    Escrito por Karla Andrea Figueroa Esquivel, estudiante de la maestría Innovación Educativa para la Sostenibilidad”

    “Las opiniones expresadas en este artículo son de  exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del  Medio Ambiente”.

  • Pensamiento visual, una alternativa de aprendizaje

    Pensamiento visual, una alternativa de aprendizaje

    Una reflexión sobre neurodiversidad en mi paso por la Universidad del Medio Ambiente, UMA

    A lo largo de mi proceso de aprendizaje en la UMA, he atravesado por  un profundo reconocimiento de identidad, además me ha hecho entender las diversas formas sobre cómo percibo, proceso y estructuro la información. Un descubrimiento clave estas últimas semanas, después de dos intensos semestres asistiendo a los talleres presenciales,  ha sido  darme cuenta de que pienso y aprendo en imágenes, lo que ha implicado un cambio radical en la forma en que entiendo el mundo, un quiebre con las ideas y métodos previos. Esto me lleva a adoptar una nueva perspectiva  reconfortante ante los desafíos y adaptaciones en un mundo diseñado principalmente para el procesamiento verbal y auditivo.

    Principio del Pensamiento Visual:

    El pensamiento visual es un rasgo que se observa en muchas personas neurodivergentes, por lo que no es exclusivo del autismo. Se trata de procesar la información principalmente a través de imágenes mentales en lugar de palabras o conceptos abstractos. Temple Grandin (1995), una de las voces más reconocidas en autismo, ha reflexionado extensamente sobre esto en su libro Thinking in Pictures. Grandin describe cómo su mente funciona como un catálogo de imágenes detalladas que le permite visualizar soluciones a problemas de manera única.

    Diferenciadores neurodiversos: 

    • Procesamiento visual en lugar de verbal

    Muchas personas neurodivergentes piensan en imágenes antes que en palabras. Cuando escuchan una palabra o idea, evocan una serie de imágenes mentales relacionadas en lugar de conceptualizar con lenguaje interno.  Ejemplo: Si se dice «gato», una persona neurotípica puede pensar en el concepto abstracto de la palabra gato, mientras que alguien con pensamiento en imágenes podría visualizar un gato específico que ha visto antes, con detalles como su color, textura y comportamiento.

    • Memoria visual (fotográfica) detallada

    La memoria de las personas con pensamiento en imágenes suele ser más vívida y detallada. Pueden recordar lugares, rostros o patrones con una precisión impresionante.  Esto puede facilitar habilidades en áreas como diseño, ingeniería, mecánica, arte o cualquier campo donde la visualización sea clave.

    • Dificultades con conceptos abstractos

    Mientras que algunas personas autistas sobresalen en pensamiento visual, pueden tener dificultades con ideas abstractas o lenguaje figurado. Ejemplo: Frases como «se me fue el avión» pueden interpretarse literalmente, ya que no generan una imagen clara en la mente.

    • Solución de problemas no lineal

    En lugar de seguir una línea de pensamiento secuencial o lógica tradicional, las personas con pensamiento en imágenes pueden «ver» múltiples soluciones a la vez. Pueden construir modelos mentales de problemas y soluciones sin necesidad de escribirlas o describirlas verbalmente.

    Un ejemplo práctico alineado a mi experiencia en la Maestría de Proyectos Socioambientales:

    Ahora que me enfrento al reto de diseñar un espacio comunitario sostenible, mi proceso de pensamiento sigue un camino distinto al de quienes estructuran sus ideas a través de palabras y conceptos abstractos. En lugar de eso, mi mente opera como un lienzo donde las imágenes y esquemas tridimensionales toman forma de inmediato. Antes de poder escribir una sola palabra, mi mente ya había construido una representación visual del espacio, imaginando la disposición de jardines, áreas de descanso y puntos clave para la interacción social. No solo veo los elementos por separado, sino que percibo cómo se podrían interconectar en un sistema dinámico y armónico.

    Este enfoque visual, en la mayoría de las ocasiones, no sólo me permite la comunicación de la idea de otra manera, sino que me permite detectar mejoras, prever problemas de distribución y encontrar soluciones de manera más intuitiva. Al plasmar el diseño en imágenes, puedo comparar patrones con experiencias previas y realizar ajustes de forma casi instantánea. Es un proceso similar que puedo asociar a mi forma de aprender a tocar un instrumento de percusión: al observar videos de ejecución, mi cerebro capta los patrones de movimiento y ritmo de manera más efectiva que si simplemente leyera una partitura técnica. Así como el aprendizaje musical se interioriza mediante la observación y la repetición visual de secuencias, el diseño de un espacio se me facilita cuando lo construyo desde la imaginación gráfica y la experimentación mental.

    Redescubriendo mi Forma de Aprender a Través de la Música

    Mi experiencia personal se enriqueció cuando, en la UMA, en el eje de Agencia de cambio, dentro del laboratorio de desarrollo autodirigido de habilidades, me embarqué en el aprendizaje del steel drum, un instrumento armónico musical de percusión. El aprendizaje clave que observé de mi manera de aprender  fue el asimilar que los patrones melódicos me resultaban más sencillos al ver videos de personas tocando el instrumento, en lugar de seguir instrucciones verbales o partituras. Este descubrimiento a su vez, evocó recuerdos de mi infancia, cuando aprendí a tocar el tambor de la banda de guerra sin instrucción formal y sin pertenecer a la banda de guerra, simplemente observando los ensayos de la banda y replicando los movimientos durante mis tiempos libres en la escuela.

    Este descubrimiento me llevó a una profunda reflexión: ¿cuántos de nosotros habremos tenido que abandonar nuestra forma natural de aprender y comprender el mundo, esa que empleamos en la infancia? Sospecho que la mayoría. Alison Gopnik, en su obra «El Bebé Filosófico» (2009), aborda precisamente esta capacidad innata de los niños. Gopnik sostiene que «los niños son pensadores visuales naturales. Construyen imágenes mentales que les permiten dar sentido al mundo y resolver problemas intuitivamente».

    Esta afirmación de Gopnik resonó en mí con fuerza. Me llevó a considerar que, a medida que crecemos, quizás perdamos o suprimimos esta habilidad fundamental. La educación tradicional, con su énfasis en el pensamiento lineal y lógico, podría estar contribuyendo a esta pérdida. Al alejarnos del pensamiento visual, ¿acaso estaremos renunciando a una herramienta poderosa para la creatividad y la resolución de problemas?.

    El Reto de Traducir Información en Imágenes

    Aunque el pensamiento visual ofrece ciertas ventajas, también presenta desafíos en entornos donde predomina el aprendizaje verbal y escrito. Escuchar largas explicaciones o leer textos extensos sin apoyos gráficos demanda un esfuerzo adicional para transformar esa información en imágenes mentales. Por ello, he estado en la búsqueda de adoptar estrategias más visuales como la creación de esquemas, mapas conceptuales, el uso de diagramas y la búsqueda de videos explicativos para hacer la información más accesible a mi forma de procesarla.

    Perspectiva de los Tipos de Inteligencias y el Pensamiento Visual

    La teoría de las inteligencias múltiples, propuesta por Howard Gardner (1994), revolucionó nuestra comprensión de las capacidades humanas al desafiar la concepción tradicional de la inteligencia como una habilidad única y generalizada. Según Gardner, no existe una sola manera de ser «inteligente». En cambio, cada individuo puede desarrollar múltiples tipos de inteligencia, como la lingüística, lógico-matemática, musical, intrapersonal, interpersonal, naturalista, y kinestésico-espacial, entre otras.

    El pensamiento visual  no solo se refiere a la capacidad de ver imágenes en la mente, sino a la habilidad de organizar, transformar y comprender la información a través de imágenes. Esta forma de cognición permite a quienes piensan visualmente no solo recordar detalles con gran precisión, sino también resolver problemas de manera creativa y conectar ideas que a menudo permanecen dispersas en formatos verbales o abstractos.

    Avanzando hacia enfoques más inclusivos

    Dentro del contexto académico, agradezco a la UMA el interés de adaptar los entornos de aprendizaje para que se reconozca y fomente una diversidad de estilos cognitivos. A medida que la educación avanza hacia enfoques más inclusivos, resulta fundamental que más educadores consideren las distintas formas de aprender y comprendan que, al igual que las inteligencias múltiples, no todos los estudiantes procesamos la información de la misma manera. Mientras que algunos pueden destacar en el análisis lógico de problemas complejos, otros podemos comprender los mismos conceptos de manera más efectiva cuando se nos presentan a través de representaciones visuales o actividades kinestésicas. En este sentido, las estrategias pedagógicas deben ser tan diversas como los tipos de inteligencia para que cada estudiante pueda aprender de manera eficaz y alineada con sus fortalezas cognitivas.

    Este enfoque inclusivo no solo podría mejorar la experiencia de aprendizaje, sino que también nos prepararía para un mundo que valora las habilidades multifacéticas. La combinación de pensamiento visual y la integración de las inteligencias múltiples pueden ser particularmente poderosas en disciplinas como la sostenibilidad, en la que se requiere creatividad, resolución de problemas complejos y una comprensión holística de los sistemas.

    Ilustraciones del libro: The girl who thought in pictures. Escrito por Julia Finley. Posted by Raising My Little Superheroes

    Reconociendo la Diversidad: Una Analogía entre Personas y Ecosistemas

    La sostenibilidad no solo se aplica a la preservación de los recursos naturales, sino también a la creación de ambientes donde las distintas formas de vida, tanto humana como no humana, puedan coexistir de manera armónica. En el eje académico de sostenibilidad de la UMA, uno de los pilares más importantes que he reconocido es el de la diversidad en los ecosistemas. Aprendemos que la diversidad biológica no es solo un aspecto deseable, sino esencial para la salud y la resiliencia de los ecosistemas. Cada especie cumple una función vital dentro de su entorno y es la interacción entre estas especies la que genera un equilibrio que permite la supervivencia y adaptación frente a desafíos.

    Este principio, que observamos en la naturaleza, también tiene un paralelo en nuestras comunidades y entornos de aprendizaje. Al igual que un ecosistema saludable depende de la diversidad de especies para prosperar, nuestras sociedades y comunidades de aprendizaje pueden florecer aún más cuando reconocemos y valoramos las diferencias individuales. En el contexto educativo, la diversidad cognitiva—es decir, las diferentes formas de pensar, procesar información y abordar problemas—puede ser una riqueza invaluable. Cada mente única aporta una perspectiva diferente que, al ser compartida y combinada con las perspectivas de otros, enriquece el entendimiento colectivo.

    En este sentido, el reconocimiento de la diversidad cognitiva debe ir más allá de un enfoque superficial o inclusivo; debe convertirse en un principio fundamental dentro de nuestras metodologías educativas y de colaboración. Al integrar estas diferencias, no solo enriquecemos nuestro conocimiento, sino que también construimos entornos más inclusivos, resilientes e innovadores.

    Conclusión

    Este viaje de autoconocimiento ha sido crucial no solo en mi formación académica dentro de la UMA, sino también en mi desarrollo personal. Redescubrir mi forma de aprender y comprender el mundo me ha permitido enfrentar de manera más efectiva los desafíos académicos y profesionales, optimizando mi energía y adaptando los métodos de aprendizaje a mi estilo cognitivo. Este proceso no ha sido solo un descubrimiento intelectual, sino también un camino hacia el entendimiento de mi neurodiversidad, lo que me ha permitido acceder a nuevas formas de aprender y conectar.

    Al compartir esta experiencia, invito a todos a reflexionar sobre su propia forma de procesar la información. Así como en los ecosistemas la diversidad biológica es clave para la estabilidad, la resiliencia y el progreso, en los entornos afectivos, educativos y profesionales, tener presente la diversidad cognitiva es esencial para fomentar la innovación y el crecimiento mutuo. Al reconocer nuestras diferencias cognitivas y valorar la forma única en que cada uno de nosotros contribuye al aprendizaje y al desarrollo social, podemos construir entornos más inclusivos, equitativos y enriquecedores, donde todos tengamos la oportunidad de crecer y aportar.

    Este enfoque no solo se limita al ámbito académico; se extiende a la vida familiar, profesional y comunitaria. La integración de diversas perspectivas y habilidades enriquece todos los aspectos de nuestra interacción con el mundo y es, en última instancia, lo que nos permitirá avanzar hacia un futuro más sostenible, justo y colaborativo.

    Referencias:
    • Alison Gopnik (2009). The Philosophical Baby: What Children’s Minds Tell Us About Truth, Love, and the Meaning of Life 
    • Howard Gardner (1994). Estructuras de la Mente. La Teoría de Las Inteligencias Múltiples (2a ed. en español). FCE México.
    • Temple Grandin (1995). Thinking in Pictures https://www.grandin.com/spanish/autismo.pensamiento.visual.html

     

    Por Hector David Arreola Rangel. Generación 2024. Maestría en Proyectos Socioambientales.

    Las opiniones incluidas en este artículo son responsabilidad de quien las escribe, y no reflejan la postura, visión o posición de la Universidad del Medio Ambiente.

  • De paso por la UMA

    De paso por la UMA

    El comienzo 

    La Universidad del Medio Ambiente (UMA) ha sido un oasis para mirar y hablar con otros, incluyendo a los árboles, las hojas, las aves y otras especies en la Tierra. Lo más sorprendente ha sido escucharles de vuelta.  

    La UMA ha sido un llamado a encontrarnos, reunirnos y platicar alrededor del fuego para convertir en cenizas viejos paradigmas y prender la chispa de la colaboración y la confianza radical desde el potencial que llevamos dentro para dar a luz nuevas posibilidades que transformen lo que nos duele como sociedad. 

    (Enriquez, L.M. 2005)
    Foto de Enriquez, L. M. 2005

     

    La UMA ha sido un espacio de nuevas oportunidades para mirar-se, reconocer-se y reciprocar el aporte que cada persona y especie hacen desde su unicidad al universo desde su cosmovisión 

    También ha sido atestiguar, apreciar y abrazar la diversidad para crear nuevas prácticas narrativas que incluyan a tod@a las voces practicando la re-autoría en palabras de Michael White.  (White, M., 2016)1                   

    Ha implicado levantarse al alba algunos sábados y domingos para atestiguar la salida del sol, escuchar y sentir los sonidos de la naturaleza y con esa pequeña acción elegimos ser guerreros(as) del amanecer, experimentando el equilibrio con y en la naturaleza a través del suave movimiento del tai chi.  

    Ha sido atreverse a andar el territorio, antes que arrastrar la pluma. Conectar con el dolor desde la indignación y la empatía antes de correr a intentar borrar las heridas para crear soluciones que se desvanecen en el tiempo por no encontrar los cuerpos que las sostengan en acciones.  

    Ha sido escuchar antes que proponer, reconocer otras miradas reconociendo que cuando una persona ocupa un lugar de privilegio, el verdadero gran poder, radica en trascender lo individual para vivirse en colectivo.   

    En la UMA, las preguntas llueven a cántaros, y un gran reto ha sido crear los espacios no para contestarlas, sino para desarticular-las y re-construir otras preguntas que hagan más profundo el entendimiento de los conflictos socioambientales y posibles soluciones desde colectivos que ponen sus mentes, cuerpos y corazones para mapear sistemas, para descubrir interdependencias, analizar multi interacciones y flujos que nos muevan a intentar la acupuntura sistémica que disloque, que provoque, que mueva, que sostenga mejores condiciones de bienestar de fondo en los sistemas prevaleciendo en el tiempo, en donde habremos de caminar, en vez de trotar, porque el camino en colectivo será más importante que el mero resultado si lo hacemos desde el cuidado y la ternura. 

    Cuando dije que sí a la Maestría en Innovación Educativa para la Sostenibilidad quería fortalecer mi cuidado a la naturaleza, reconociendo que habiendo escuchado cada vez con mayor intensidad el grito de la Tierra, no he sabido cómo responder a su llamado. Sin embargo, sé que no hacer nada, también es una elección y no quiero que sea la mía, ni la tuya o la nuestra. Estoy dispuesta a cruzar mis propias fronteras para redescubrir y probar nuevas fórmulas. 

    El camino 

    UMA, 2025
    (UMA, 2025)2

    El camino es incierto, pero quiero ensayar la escucha a mi intuición, estoy dispuesta a descolocar-me y repensar los sistemas en los que estoy-estamos inmersos para poder re-crear en colectivo, asumiendo que solo somos una especie más en la maravillosa naturaleza, por lo que no hay cabida para el control. Que reine la escucha empática en medio del caos creativo, sabiendo que esta vía nos llevará orgánicamente a la innovación, la cual deberemos de acompañar de medición y monitoreo para lograr su trazabilidad y escala, además de fortalecer nuestra capacidad de resiliencia, co-construyendo nuevas relaciones e interacciones entre humanos, en y con la naturaleza, atestiguando las líneas causales y generando comunidades de aprendizaje y de práctica para reciprocar-nos. 

    Foto de Hernández, A.R, 2025
    Foto de Hernández, A.R. 2025

    Tenemos el poder de transformar y regenerar las condiciones para nuestra vida, para la vida, atrevámonos a romper la inercia, agrietar el sistema con propósito desde la congruencia, la indignación y el dolor, aboliendo la apatía, generando preguntas poderosas, provocando la reflexión-acción, siguiendo pistas, ampliando la conciencia, sumando voluntades, corazonando, mentalizando y acuerpando nuevas posibilidades. 

    Siempre me percibí humanista, antes que dolorosamente antropocentrista, y reconstruyendo mi propia narrativa, elijo estar en la UMA, no por ser un espacio perfecto, y me parece que no pretende serlo, pero sí reconociéndola como es un espacio para inspirar, conectar, soñar, cuestionar, crear, innovar, intentar, fallar y volver a empezar. La inversión de tiempo es enorme, sin embargo, experimentar la toma de decisiones desde el potencial y la esperanza de ser parte de las soluciones para un mejor futuro, me inspira. 

    La provocación 

    Foto de Porte Petit, V. 2025
    Foto de Porte Petit, V. 2025                                                                                                   

    Si tú como yo quieres impulsar un futuro regenerativo, sustentable, ético, y potenciar tu Mindset de agente de cambio capaz de promover iniciativas que transformen sistemas socioambientales desde sus círculos de influencia: 

    1. Conoce tu perfil de Agente de Cambio  CHANGEMAKER INDEX (3)de Ashoka, 
    2. Mantente cerca de la UMA,   
    3. Sigamos haciendo comunidad como UMAnos(as). 

     

    Escrito por Verónica Porte Petit Anduaga, estudiante de la Maestría de Innovación Educativa para la Sostenibilidad 

    Fuentes:

    1. White, M. (2016). Maps of Narrative Practices. Pranas Ediciones 

    2. UMA. (2025). Sustentabilidad y Regeneración. UMA: https://universidaddelmedioambiente.com/wp-content/uploads/2022/12/CIRCULO-MODELO-EDUCATIVO-2017-c_fotos-01-scaled-800×765-1.jpg 

    3.  Ashoka. (2025). Chagemaker Index de Ashoka. Ashoka: https://cmi.ashoka.org/es 

     

    “Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del Medio Ambiente”. 

  • Las esperanzas y la educación

    Las esperanzas y la educación

    Preguntas incompletas

    Me dirigía a una reunión un poco de prisa, la segunda del día y todavía no eran ni las 10:00 de la mañana. Había estado en más reuniones aquel martes que dando clases a mis grupos de secundaria. En ese correr a donde sería la junta me encontré con uno de mis estudiantes que venía por los pasillos, lo noté cabizbajo y un poco desanimado.

    Cuando nos cruzamos de frente le pregunté si estaba bien, él volteó y me dijo: “sí, Dany, sólo estoy aburrido”. Le traté de dar ánimos diciéndole que ya casi era el receso. Llegué a la reunión y antes de comenzar con nuestros pendientes le pregunté a la maestra cómo estaba, me dijo que muy cansada, a lo que yo respondí: “lo bueno es que ya casi son vacaciones”. Nos reímos un poco. En ese momento me cayó un 20.

    Mi forma de animarme era la misma que le había dicho a mi estudiante en el pasillo: “ya casi es el receso”… ya casi son vacaciones, ya casi es la salida, ya casi… ¿ya casi qué?, ¿por qué no podemos disfrutar estar en la escuela?, ¿por qué nuestras motivaciones deben ser esos momentos de recreación, esos momentos de no estar en el aula o en la escuela? Me invadió una sensación de angustia y  comenzó a dolerme el estómago.

    Continuamos con el trabajo pendiente. Hablamos del clima escolar de la institución, de la voz del estudiantado, de nuestro rol como docentes, de nuestras carencias en el aula, de las violencias que atraviesan lo cotidiano. Concluimos que la educación se ha transformado en llenar formatos para protegernos “por si algo pasa”, en terminar el libro de texto porque ya gastaron las familias en el material, en ser la o el mejor docente para que seas reconocida como una gran persona.

    Ya no hay cabida para los errores, para las preguntas incómodas, más preocupante aún, no hay cabida para escuchar lo que el estudiantado quiere, piensa y siente. Cerramos con una reflexión: nos estamos haciendo las preguntas incorrectas, necesitamos nuevas preguntas para que nuestras respuestas no sean: “lo bueno es que ya casi son vacaciones”.

    Foto de Daniela Orozco: " Encontrando paradigmas"
    Foto de Daniela Orozco: » Encontrando paradigmas»

    Cuando las esperanzas se entrelazan

    De camino a mi salón sonó el timbre que indicaba el inicio del receso. Los pasillos se llenaron de risas, de gritos, de adolescentes sintiéndose libres. Mientras les veía correr pensé, “¡Claro!, si alguien debe saber qué preguntas hacernos, son ellas y ellos”. Eso me encanta de las adolescencias: su sinceridad.

    Después del receso, por fin tuve mis clases. Ansiaba contarles la crisis en la que estaba metida. Las conversaciones de aquel día en el aula fueron mágicas, reveladoras y dolorosas. Me compartieron cómo se sienten con relación a la educación y qué les gustaría que pasara en las aulas. Les pedí mucha paciencia y apertura para lo que venía. Acordamos que pensaría cómo estructurar este último trimestre y les llevaría una propuesta en la siguiente clase para cuestionarla y, sobre todo, co-diseñarla.

    Hemos hecho de todo un poco. Cambiamos el temario y elegimos estudiar los temas que les inquietan. Lo siguiente fue pensar en nuevas formas de evaluar, para ello, cada grupo eligió un par de habilidades que quieren desarrollar más. Diseñaron la rúbrica con la que evaluaremos esas habilidades.

    Volvimos a revisar los objetivos del trimestre y los cambiamos, en lugar de ser una frase que empieza con un verbo en infinitivo como dicta la regla en la docencia, los convertimos en preguntas poderosas como: “¿por qué pensamos lo que pensamos?, ¿qué paradigmas sostienen nuestras creencias con relación a “x” tema?”. Lo más revelador, sin duda, ha sido cómo cada grupo ha definido su horizonte, su para qué. El común de sus respuestas ha sido: honrar nuestros más profundos deseos y esperanzas (no materiales). 

    Foto de Daniela Orozco: "Rúbrica diseñada por estudiantes del grupo 3ºD"
    Foto de Daniela Orozco: «Rúbrica diseñada por estudiantes del grupo 3ºD»

     

    Seguir luchando, seguir resistiendo 

    Es cierto que el proceso no ha sido fácil. Ha requerido de muchas voluntades, de mucha escucha, de pruebas y errores, muchos errores; de clases que han resultado muy aburridas y otras tanto muy inspiradoras, de esas donde tus estudiantes se despiden de ti con un abrazo. En los pasillos hemos empezado a escuchar, tanto mis estudiantes como yo: “¿qué onda con Dany?, ¿por qué están haciendo rúbricas en una clase de Historia?, ¿por qué cambiaron el temario? Esa pregunta me encanta, pero más la respuesta que escuché que le dio una de mis estudiantes a una de sus amigas en el receso: “porque queremos decidir sobre lo que aprendemos”. 

    Todo este trabajo colectivo, sabiendo que en el centro del aprendizaje están nuestras más profundas esperanzas, nos ha llevado a diseñar nuestra propia de forma de aprender:

    Foto de Daniela Orozco: "Formas de aprender"
    Foto de Daniela Orozco: «Formas de aprender»

    Ahí es donde vamos. Lo que sigue es compartir todo esto, nutrirnos de otras miradas y opiniones, seguir probando, seguir equivocándonos. Seguir resistiendo, seguir luchando por una educación donde lo más preciado es cuidar y honrar esas esperanzas compartidas. 

     

    Escrito por Daniela Orozco González, estudiante de la Maestría en Innovación Educativa para la Sostenibilidad.

     

    “Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del Medio Ambiente’’.

  • Tenemos permiso de reimaginarlo todo

    Tenemos permiso de reimaginarlo todo

    ¿Qué sería lo mejor que nos podría pasar como humanidad? Somos seres imaginativos y al mismo tiempo racionales, capaces de entender problemas y por lo tanto imaginar y solucionar, ¿por qué vivimos tan anclados y resignados a una inercia desesperanzadora y enfermiza? ¿Por qué la mayoría de las historias en el cine y en libros muestran más distopías que utopías?

    Hace dos años nació mi segundo hijo, y durante la pausa de maternidad sentí una necesidad desesperada por conocer a profundidad sobre la crisis ambiental, por entender cómo se espera que sea el mundo cuando mis hijxs crezcan, por descubrir qué puedo hacer yo al respecto y por lo tanto también por reimaginarlo todo. 

    Diseño de Katie Patrick
    Diseño de Katie Patrick

    Me atravesaba la necesidad de buscar todas las visiones utópicas que existieran en la cultura general, pero me sorprendía toparme con tan pocas opciones. La mayoría de las películas muestran visiones de futuros oscuros, peligrosos, enfermos, horribles.

    Al mismo tiempo, me sorprendía la falta de guías claras, empáticas y fáciles de seguir para que las personas comunes y corrientes sepamos qué hacer al respecto de la crisis ambiental. Y me parece que ambas necesidades van junto con pegado.

    Creo que hace mucha falta imaginar visiones esperanzadoras, que nos jalen y motiven a pensar (en ingeniería inversa) en los posibles caminos para alcanzarlas. Sin esas visiones no puede haber esperanza, y sin esperanza no nos podemos mover de la forma extraordinaria que nos debemos mover.

    Como dice Rob Hopkins (2019), vivimos una crisis imaginativa. La corriente de la inercia en que vivimos es muy fuerte y generalmente no hay tiempo de pensar en cómo sí nos gustaría que fueran las cosas. Generalmente solo hay tiempo de intentar sobrevivir en este mundo caótico, bombardeados constantemente por noticias de terror. 

    Diseño de Katie Patrick
    Diseño de Katie Patrick

    Pero yo quiero invitar a soñar. Quiero decirle al mundo algo muy simple: la vida no está escrita en piedra y tenemos permiso para buscar otras formas de existir.

    Yo sueño con un futuro limpio, sano, balanceado; en el que el ser humano ya aprendió y adoptó los valores de la suficiencia y de los cuidados; un futuro en el que nos sabemos parte de la naturaleza y no dueños de ella y en el que usamos nuestra evolución, habilidades, inteligencia y sensibilidad para ser guardianes del balance del resto de la naturaleza.

    En el que haya un sistema local de producción de comida, sin agroquímicos, sin desperdicios. Donde no sea necesario vender lo invendible, lo que le hace daño a todo y a todxs a su alrededor. En el que haya buen diseño urbano, y por lo tanto mucho mayor calidad de vida para todxs: mucho menos trabajo, mucho más tiempo para simplemente existir, maravillarnos y agradecer por la vida. Donde no hubiera ningún estatus que mantener. Donde todos los esfuerzos estuvieran al servicio de la vida y bienestar de todxs.

    Diseño de Katie Patrick
    Diseño de Katie Patrick

    Entré a la maestría de Innovación Educativa para la Sostenibilidad porque creo que para reimaginar visiones realistas, hay que tener bases, estructura y sobre todo, comunidad.

    Creo que tanto la educación como la comunicación de estos temas van a ser claves en los próximos años para poder crear un punto de inflexión, sobre todo en tema de valores, conciencia y paradigmas. Pero también creo que lograr educación y comunicación ambiental efectiva es un verdadero arte, porque implica lidiar con emociones muy complejas. 

    Hoy, cerca de terminar el primer semestre de la maestría, siento que aterricé en el lugar y la comunidad correctas, tanto para poder sacar de mi sistema todo eso que me urgía liberar y rebotar, como para poder nutrirme de los conocimientos y experiencias de lxs demás.

    Ya no me siento tan sola y al contrario, me siento “viento en popa” para invitar a mucha más gente a reimaginar y a llenarse de esperanza.

     

    Escrito por María Fernanda Torres Siller, estudiante de la Maestría en Innovación Educativa para la Sostenibilidad.

     

    FUENTE: Hopkins, R. (2019). From what is to what if: Unleashing the power of imagination to create the future we want. Chelsea Green Publishing

     

    “Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del Medio Ambiente’’.

     

  • Manifiesto de la facilitación socioambiental

    Manifiesto de la facilitación socioambiental

    Reconocer cómo ha evolucionado nuestra trayectoria profesional implica mapear las experiencias que nos han marcado para llegar hasta donde estamos. Los momentos dulces, agríos y salados que han formado un perfil que nos desenvuelve en el mundo laboral, pero también como personas.
    Gracias a todas las experiencias y la formación profesional que lo complementa, es que he escrito el siguiente manifiesto. Este pretende ser luz para marcar una postura ética – pedagógica en mi facilitación como profesionista de la educación socioambiental, pero también en todo acompañamiento que involucra poner al centro la vida.
    Este año ha sido de movimientos: de finalizar contratos y trazar nuevos caminos profesionales gracias a la Maestría en Innovación Educativa para la Sostenibilidad. Es por ello que, sabiendo que el barco zarpaba a la aventura de mar abierto, decidí escribir este manifiesto que sirviera de faro para decidir el camino que quiero seguir profesionalmente.

    Fotografía tomada por el “profe Belén Alonso”, 2022. Clases de inglés para la escuela rural de la comunidad de “Las Placitas”, parte de la Coordinación de Educación de Playa Viva.
    Fotografía tomada por el “profe Belén Alonso”, 2022. Clases de inglés para la escuela rural de la comunidad de “Las Placitas”, parte de la Coordinación de Educación de Playa Viva.

    Entre el mundo de opciones y de bendecidas oportunidades, ha tocado el aprender a decir “no” y optar por aquello que construye el perfil profesional que sí quiero seguir. No obstante, la ternura y la amabilidad deben hacerse presente para confiar en el proceso. Agradezco el pasado, reconozco la postura de quien soy en el presente, y trazo el futuro.
    Si bien no es la finalidad, espero que otras personas puedan encontrar en este escrito alguna luz que también guíe sus caminos en favor de una pedagogía por el cuidado de la vida, pero también de cualquier otra interacción con la viviente y el lugar que habitamos. Reconociendo que, como dice Ranciere (2007): «todo está en todo», y la sociedad y nuestro trato medioambiental son reflejo del corazón del ser humano.

    Manifiesto de la facilitación socioambiental

    Fotografía tomada por Miguel Corral, 2016. Cierre de ciclo del grupo juvenil “ads Garibaldi 2015-2016”.
    Fotografía tomada por Miguel Corral, 2016. Cierre de ciclo del grupo juvenil “ads Garibaldi 2015-2016”.

    1 – La educación es en y para la vida

    Recuperar el sentido social de la educación, reconociendo que esta debe ser para la vida y para la construcción de una mejor sociedad (Battle, s.f.).

    2 – El acompañamiento y la presencia son pilares

    Aprendemos en y para la comunidad, por lo que el acompañamiento y la presencia son clave para cuidarnos y descubrir el mundo.

    3 – Educar es imitar y respetar el proceso natural de aprendizaje

    El kairós, a diferencia del kronos, es el momento espontáneo, el que no se puede prever ni se planea (Mélich, 2010). Cada proceso de aprendizaje es personal y toma su tiempo; querer acelerar los procesos naturales es una alteración de la vida.

    4 – El espacio también educa

    Es preciso, ante ello:
    • Diseñar programas educativos llevando de referencia un espacio libre y abierto.
    • Reconocer los espacios que nos oprimen para poder resignificarles y liberarnos.
    • La necesidad de recuperar la memoria y aprender a habitar el lugar.
    • Si la educación debe ser liberadora, los espacios deben conducirnos a ella: una libertad para ser, conocer, convivir y aprender.

    5 – No se cuida lo que no se conoce

    Partiendo de la idea de que todo está en todo (Ranciere, 2007), es preferible recuperar los elementos del entorno y momento que vivimos para situar los aprendizajes y que su utilidad y significado se vea en la inmediatez.

    6 – La comunidad que coopera y cuida, sobrevive

    La vida es primero, y el compromiso de unas personas con otras en el entendido de que tenemos el derecho de ser cuidados y el deber de cuidar, es la base del sistema de supervivencia.
    En el sistema de capital que vivimos, la competencia, producción y extracción son los pilares. El giro que propone el ecofeminismo es centrarnos en la cooperación y cuidado, antes que la competencia; valores que podemos ver en la naturaleza y en las relaciones catalogadas comúnmente como maternales (Herrero, 2013).

    7 – No existe una jerarquía de inteligencia

    Alguien que se reconoce en constante aprendizaje, que no lo sabe todo, y que opta por decisiones democráticas, es más transparente para guiar comunidades de aprendizaje. En el reconocimiento de que no existe una jerarquía de inteligencia, se fomenta la confianza y se emancipa a las y los sujetos que aprenden (Ranciere, 2007).

    8 – La escucha y el respeto comienzan con uno(a) mismo(a)

    Educar no es meramente un enfoque de adquisición de conocimientos, sino también de reconocimiento de nuestros espacios, almas y cuerpos.
    Educar para la sostenibilidad implica aprender a escuchar y respetarnos a nosotros mismos, para reconocer que cada ser que co-habita tiene sus necesidades de vida.

    9 – La comunidad de aprendizaje debe respetar la experiencia

    Todas las personas estamos posicionadas desde distintos espacios y niveles de privilegio; si bien mi tarea es reconocer desde dónde me posiciono, como facilitadora puedo partir de abrir el diálogo para que cada persona comparta aquello con lo que vive, la experiencia que nos pasa, y que puede ser respetado y sostenido por el resto de la comunidad de aprendizaje.

    10 – El trabajo debe dignificar a la persona

    Un mayor sueldo no es directamente proporcional a una mejor vida; pero la justicia social va de la mano con garantizar que las personas se sientan dignas en su sitio de trabajo, reconociendo que el trabajo no es el centro de la vida, pero sí un espacio que nos ayuda a construirnos como sociedad. No olvidar que, así como la educación tiene un sentido social, también el trabajo lo tiene. Las personas son el centro de este.
    Finalmente, quiero compartir y concluir con la siguiente frase que marcan el camino ético de la educación (o facilitación, mejor dicho) socioambiental: si los esfuerzos del ser humano no ayudan a rectificar la vida, entonces se vuelven contra éste.

    Referencias

    • Batlle, R. (s.f.). Guía práctica de aprendizaje-servicio. Santillana Educación, S. L.
    • Francisco. (2015). Laudato SI’: Carta encíclica del Sumo Pontífice Francisco : a los obispos, a los presbíteros y a los diáconos, a las personas consagradas y a todos los fieles laicos sobre el cuidado de la casa común. Lima: Paulinas.
    • Freire, P. (2005). Pedagogía del oprimido. México: Siglo XXI.
    • Herrero López, Y. (2013). Miradas ecofeministas para transitar a un mundo justo y sostenible. Revista de Economía Crítica(16), 278-307.
    • Larrosa, J. (2006). Sobre la experiencia. Aloma. Revista de Psicologia i Ciències de l’Educació(19), 87-112.
    • Mélich, J.-C. (2010). El profesor y el maestro en “La pedagogía del Testimonio”. En J.-C. Mélich, Ética de la compasión (págs. 276-282). Bacerlona, España: Herder editorial.
    • Ranciere,J. (2007). El maestro ignorante. Argentina. Libres el Zorzal.

     

    Escrito por Ana Lorena Anguiano Suárez del Real, estudiante de la Maestría de Innovación Educativa para la Sostenibilidad. 

     

    “Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del Medio Ambiente”.

  • Sembradores Urbanos

    Sembradores Urbanos

    Sembradores Urbanos es una organización civil ubicada en el Distrito Federal, México, que promueve la agricultura urbana, ofreciendo materiales, semillas, y talleres de capacitación. Tiene un centro de demostración, el Centro de Agricultura Urbana Romita, que fue inaugurado en 2007 como el primer espacio comunitario de agricultura urbana en México.

    sembradores

    www.comuntierra.org

  • Laboratorio Arquitectura Básica

    Laboratorio Arquitectura Básica

    Empresa dedicada a generar soluciones apropiadas, procesos integrados de diseño y tecnologías, para resolver necesidades básicas de: vivienda, agua, energía, alimentos, manejo de residuos y educación ambiental.

    Formada por un equipo multidisciplinario de profesionales en temas de educación, arquitectura e implementación de tecnologías apropiadas, orientado a generar soluciones para contribuir a la conservación, restauración y regeneración del hábitat natural, propiciar relaciones más estrechas entre los seres humanos y su medio natural, a través de la educación, el diseño y la construcción de asentamientos humanos sostenibles

    labarq

    http://labmx.blogspot.com

  • La Milpa

    La Milpa

    La Milpa es una iniciativa de los productores de Valle de Bravo. Buscan fortalecer los vínculos, tejer relaciones, apoyar la economía local a través de exposiciones, mercado abierto y participaciones activas con las comunidades que convergen.

    la milpa

    www.fundacionkaruna.org

  • Ecomind

    Ecomind

    Empresa auxiliar en el diseño y ejecución de programas únicos para la práctica generación de agentes de cambio activos a través de la educación y fomento de la cultura ambiental.

    ecomind

  • ECOBALANCE

    ECOBALANCE

    Empresa cuya finalidad es ser social, ambiental y económicamente sustentable, mediante el correcto tratamiento y transformación de efluentes contaminantes en productos que nutran a la vida, generando colaboración y respeto entre todos los involucrados.

    ecobalance

  • Eco Aid

    Eco Aid

    Eco Aid es una empresa enfocada a la difusión de la educación ambiental, por medio de soluciones sustentables de materiales que tienen una segunda o ulteriores vidas útiles, transformando una actitud más responsable respecto a nuestros hábitos de consumo de bienes y servicios, y de una renovada perspectiva de la naturaleza y de nuestra interacción con ella.

    ecoaid

    www.ecoaid.com.mx

  • Aventones

    Aventones

    Aventones es una plataforma que ayuda a empresas, organizaciones e instituciones educativas a reducir su huella de carbono mediante la promoción y facilitación del uso del auto compartido entre los miembros de su comunidad.

    aventones

    http://www.aventones.com

  • Educación Disruptiva y Viaje de Aprendizaje

    Educación Disruptiva y Viaje de Aprendizaje

    Un indio, un rumano, un alemán, un ayuuk (de Oaxaca) y cinco mexicanas entran en dos camionetas. Parece un chiste, y aunque sí es una historia que contiene muchas risas, se trata del inicio del viaje de aprendizaje que vivimos algunas miembros de la UMA junto con asistentes del simposio de educación disruptiva. (más…)

  • La Canica

    La Canica

    En el corazón del pueblo existe una Hermosa Casa estilo Vallesano (Valle de Bravo en México) que abre sus puertas desde hace ya más de diez años a los niños y donde se convive dentro de una jungla de jardín. Algunos lo ven y lo descubren y para otros está por ser descubierto, para compartir un espacio de inspiración y creatividad…

    http://www.lacanica.netlacanica2

  • La Vaca Independiente

    La Vaca Independiente

    Aprendizaje integral y habilidades para procesar, discernir, seleccionar y dar significado a la cultura que habitamos.

    La Vaca Independiente es una empresa social de innovación educativa, cultura y desarrollo humano fundada en 1992 por Claudia Madrazo.

    Las áreas de trabajo de La Vaca Independiente responden a la búsqueda de explorar, idear, crecer y acelerar nuevas formas de hacer educación para contribuir a la evolución consciente de la cultura y el desarrollo humano.

    Formación
    Ofrecemos talleres, cursos, programas y trayectos formativos que contribuyen al autoconocimiento y al desarrollo personal y profesional.

    Recursos
    Materiales didácticos, contenido educativo, herramientas para maestros frente a grupo, formadores, líderes educativos y padres de familia.

    Investigación
    Medición de impacto e investigación en la práctica docente para generar sistemas de retroalimentación y aprendizaje continuo de la comunidad educativa.

    Metodologías
    Metodologías y sistemas de aprendizaje para que los agentes educativos vayan desarrollando gradualmente perfiles como facilitadores de aprendizaje.

    la vaca

    http://lavaca.edu.mx

  • Más de 100 herramientas y recursos para emprendedores

    Descubre herramientas y recursos que harán de tu emprendimiento todo un éxito.

    (más…)

  • Viaje de aprendizaje

    Viaje de aprendizaje

    Un indio, un rumano, un alemán, un ayuuk y cinco mexicanas entran en dos camionetas. Parece un chiste, y aunque sí es una historia que contiene muchas risas, se trata del inicio del viaje de aprendizaje que vivimos algunas miembros de la UMA junto con asistentes del simposio de educación disruptiva.

    ¿Qué es un viaje de aprendizaje? Tal vez sea un pleonasmo, pues en todo viaje se aprende, pero en un viaje de aprendizaje se tiene el objetivo específico de visitar ciertos lugares con ciertas personas y de ahí construir algo juntos. En esta ocasión la visita fue a tres universidades en México que consideramos están en la vanguardia de hacer una educación diferente: El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (Cesder), La Universidad de la Tierra (Unitierra), y el Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA). (más…)

  • Jane Goodall: Un mensaje de esperanza

    Jane Goodall: Un mensaje de esperanza

    Reflexión sobre la conferencia magistral, Universidad Iberoamericana, Ciudad de México,  26 de abril del 2016.

    Por J M Hernández, maestría en innovación educativa para la sostenibilidad. (más…)

  • Tierra de Monte, Agricultura Libre.

    Tierra de Monte, Agricultura Libre.

    No es Fertilizante y no es un abono, es vida para tu tierra!

    Propuesta de Agricultura Regenerativa

    Por: Adriana Luna y Daniela Medina (estudiantes del Green MBA) (más…)

  • Primer Ensamble de Talleres

    Del 6 al 8 de noviembre se llevó a cabo en el campus UMA el primer “Ensamble de Talleres”. Durante un fin de semana tuvimos casa llena, ya que recibimos a más de 50 personas que participaron en 6 talleres: Manejo Integral de Residuos, Cosecha de Lluvia, Agricultura en Casa, Ecología Cultural, Política Pública Ambiental y Cómo Generar Ideas Valiosas. Durante 3 días vivimos un intenso intercambio de ideas, escuchamos nuevas voces y experimentamos el crecimiento de nuestra comunidad de aprendizaje. (más…)

  • Adriana Luna, estudiante del Green MBA es la ganadora del Primer Lugar del Premio BANAMEX a la empresa con mayor impacto social.

    Adriana Luna, estudiante del Green MBA es la ganadora del Primer Lugar del Premio BANAMEX a la empresa con mayor impacto social.

    Adriana es Co-fundadora y Directora de Tierra de Monte. Comenzó su exploración científica en biología molecular, buscando herramientas para regenerar suelos contaminados.
    Se ha desempeñado por cerca de diez años en la industria y la academia en restauración e impacto ambiental, desde las principales ciudades industriales del país, hasta pequeñas comunidades de Sinaloa pasando por el IBT- UNAM y la Universidad de Victoria, Canadá con una beca completa.

    (más…)

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